DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES EN MÉXICO
Según estudios, la depresión ha afectado
de mayor manera a los adolescentes en la actualidad. En esta etapa suelen incrementar
las situaciones que los individuos no pueden afrontar y esto puede resultar
estresante. Por esto mismo se debe aprender a distinguir entre expresiones
afectivas, cognitivas, somáticas y conductuales normales durante esta edad de
aquellas que se relacionan con problemas negativos para la salud mental.
Se sabe que la depresión y la distimia en niños y
adolescentes aumentan el riesgo de que se presenten episodios depresivos,
relacionados con suicidios y otros comportamientos autodestructivos que se
pueden prolongar hasta la edad adulta. También hay evidencia que indica que la
depresión se asocia con diversos factores que dificultan su atención, que
empeoran su pronóstico y que pueden desencadenar otras conductas problemáticas.
Algunos de esos factores son el nivel
socioeconómico, la historia familiar con problemas de depresión, las experiencias
con la violencia, el abuso físico o sexual y el consumo de tabaco, alcohol y
drogas ilegales.
La depresión en la adolescencia es un importante indicador
de vulnerabilidad del estado emocional, además de que aumenta la probabilidad
de comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos. Desgraciadamente, en México
es complicado hacer la detección oportuna de esta enfermedad a causa de insuficiencias
de infraestructura y recursos humanos que existen dentro de los sistemas
educativos y de salud. Esta situación representa un reto, dadas la magnitud y
la creciente tendencia de la depresión entre la población adolescente. Todo
ello vuelve prioritario dirigir esfuerzos para su detección temprana a fin de
proporcionar una atención oportuna y crear estrategias para su prevención,
además de promover el desarrollo psicosocial de los adolescentes.
Un estudio publicado en 2015 se basó en muestras de
individuos residentes de la Ciudad de México y Michoacán para realizar una
investigación sobre la depresión en adolescentes. Los adolescentes de la muestra del Distrito
Federal presentaron una proporción significativamente más elevada de casos de
síntomas clínicamente significativos de un probable Episodio de Depresión Mayor
(EDM) que los de Michoacán. Es posible
que estos últimos pudieran estar expuestos a menos factores de estrés dado que
residen en comunidades más pequeñas, con mayor interacción social entre sus
miembros y mayor contacto con la naturaleza. Se debe mencionar que la
aplicación se realizó en fechas anteriores a diversos disturbios sociales,
relacionados con situaciones de violencia e inseguridad en el marco de la lucha
contra el narcotráfico, que ocurrieron en diciembre del 2010. Es probable que
los niveles de depresión encontrados sean superiores en el momento actual, ya
que se sabe que la violencia incrementa la vulnerabilidad ante la depresión y
otros problemas de salud mental, por lo que se abre la necesidad de efectuar
nuevas mediciones en esta población. Además, habría que considerar que los
adolescentes que participaron en este estudio eran alumnos activos de escuelas
secundarias al momento de la aplicación, lo que representaría un factor de
protección. Por lo anterior, es posible que los jóvenes de la misma edad que no
asistan a la escuela puedan tener una mayor proporción de síntomas clínicos de
depresión, lo que a su vez representaría una futura línea de investigación.
Asimismo, aunque la CESD-R puede ser una alternativa rápida y ágil para la
detección oportuna del episodio depresivo mayor, aún falta construir el
mecanismo que sirva para derivar a los individuos en riesgo a los servicios de
salud pertinentes, así como estrategias para garantizar que estos servicios
sean eficientes y de calidad.
FUENTE: Jiménez, A., Wagner, F.,Rivera, M. & González-Forteza, C.. (2015, marzo). Estudio de la depresión en estudiantes de la Ciudad de México y del Estado de Michoacán por medio de la versión revisada de la CES-D. Salud Mental, 2, 103-107. 2017, diciembre 15.
Por: Sofía Laguna.
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